El inicio es sereno, total y sencillo. Con picos lejanos que se acercan a un bosque donde un árbol enorme, testigo de aquel encuentro, vio la oscuridad torcido intentando sostener su altura fascinado por el cisne blanco que emerge su curva de sexo desnudo en el jardín del edén de una Europa antigua donde las ballenas profundas no entienden arriba ni abajo, donde todo lo habita la fuente natural de vida, donde todo se suspende entre verdes y claros celestes. Claros, impecables, los tres meditan la forma de ser felices, de poblar el momento. De fluir orgánicamente como soles que irradian energía al espacio, y la tierra no es más que el comienzo de todo lo que va a pasar y todo lo que está pasando. Nunca van a entender el pasado porque nunca lo hubo. Si hubieran podido quedarse quietos en el impulso de vida, no hubieran vivido jamás. Toda la deformidad posible en un mismo lugar. Todo el calvario existente en un mismo momento. Toda la materia apelmazada en una orgía. Eso es el mundo de hoy. Todas las huestes organizadas en una guerra, atemporal que no se entiende. Los bandos de la paz en una guerra mística y los bandos de la guerra en una guerra carnal. El día que llegue la noche larga por el polvo en los cielos que levantó esta bestial devoración del planeta entendida como guerra, van a ser comunes las devoraciones y las escaleras. El marco de esta historia podría parecer teatral, podría decirse que es una pintura. Podría ser un paralelo, otra dimensión, una demencia, un santuario. El desgarrador sonido constante del universo explotando que no escuchamos. Las formas que no entendemos de lo que no vemos justamente por eso, porque no las vemos. Pareciera que acá los fantasmas abundan sonrientes y llorando al mismo tiempo repitiéndose hasta cansar la vista. El centro de uno, esa fortaleza que impulsa a mover tus carnes. Esa idea de lo circular que equilibra todo. La dinámica saturación de lo que cada uno de los tres percibe del universo no difiere en nada del universo propio como es. En este contexto de juego es donde comienza la historia. Donde ellos se conocen, donde atraviesan situaciones y donde todo termina.
Circular Rafters
The beginning is serene, complete and simple. With distant peaks that draw near to a forest where an enormous tree, witness to that gathering, saw the twisted darkness trying to stand tall fascinated by the white swan that wells up its naked curved sex in the garden of Eden from an ancient Europe where down is up and up is down according to the wise whales, where the natural fountain of life possesses everything, where everything suspends between greens and pallid light blues. Clear and unblemished, the three meditate on how to be happy, living in the moment. By flowing organically like suns that radiate energy to space, and earth is no more than the beginning of all that is going to happen and all that is happening. They will never understand the past because it never was. Had they been able to stay still in the momentum of life, they would have never lived. All possible deformity in one single place. All existing torment in one single moment. All matter compacted into an orgy. That is the world today. Every single organized army in a timeless war abstruse to all. Those for peace in a mystical war and those for war in a carnal battle. The day that the long night arrives from the cosmic dust stirred up by these savage feasts on the planet understood as war, the sneers and the stairs will be commonplace. The structure of the story may seem theatrical, you could say it’s a painting. It could be a parallel, another dimension, insanity, a sanctuary. The constant gut-wrenching sound of the universe exploding that we don’t hear. The shapes we do not understand of what we do not see, for that very reason, because we do not see them. It seems that here the ghosts abound smiling and crying at the same time, repeating themselves until their eyes tire out. One’s center, that strength that drives you to move your flesh. That idea of the circular that balances everything. The dynamic saturation of what each of the three perceives of the universe is no different from one’s own universe as it is. It is in this context of play where the story begins. Where they meet, where they face situations and where everything ends.
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